octubre 28, 2008

Dos corazones


Mi querido Matías: 
Aunque no lo creas después de incorporar la primera entrada olvidé cómo entrar para continuar y luego una ráfaga de actividades mutuas lo fue cambiando de prioridades... No hubo constancia al escribir pero sí en el amor inmenso que nos tenemos y te tengo. Aunque ya hace tiempo que estás fuera de mi cuerpo y eres cada vez más independiente y singular, al verte o abrazarte yo sigo sintiendo dos corazones latir dentro de mí, como cuando eras apenas un sueño dormitando en mí. Con el corazón que te pertenece la alegría, el asombro, el gozo me acompañan siempre... El otro es algo testarudo y no siempre quiere estar bien: a veces anhela demasiado. Pero vamos recuperando espacios, esencias, recuerdos, anhelos... Hoy, con este simple acto de volver a este sitio pensando en ti, recupero el hilo conductor de la escritura personal. Gracias!