agosto 22, 2010

Chaplin


Nunca me imaginé que ir a ver una exposición de Chaplin fuera a resultar tan divertido. ¡Que gusto que te fascine la obra de un ser tan talentoso e ingenioso! Dice tu tía Claudia que sabes gozar de la vida y tiene toda la razón: que esa sabiduría te dure siempre. Acabaron las vacaciones de este verano y estás por iniciar 3o de kinder en otra escuela. Me alegra el cambio. Tú necesitas expander tus horizontes -aún cuando haya quien opine que estás chico para ello-. La curiosidad e imaginación que te caracterizan reclaman más estímulos, ambientes que te inspiren, personas que tengan otros retos de enseñanza. Lo sé porque te veo crecer cada día a un ritmo que asombra, y entonces viene a mi una frase de Chaplin que estaba en una de las cédulas del museo: "Aprende como si fueras a vivir siempre, vive como si fueras a morir mañana". ¡Seguro que va contigo! Eres atento para escuchar, observas a detalle lo que te rodea, haces preguntas que reclaman respuestas que realmente te satisfagan... Entre todo el conocimiento que absorbes día a día, sabes reconocer qué es lo que contribuye a tu espíritu y al camino que desde ahora estás trazando para tu vida. A veces quisiera tener esa claridad y dar pasos con tanta firmeza como los tuyos. Mi niño grande, tus 5 años son extraordinarios y mi mayor anhelo es que tengas tal plenitud, que la felicidad te resulte una presencia constante. Claro que hay que ir sin prisas, aquilatando cada instante... Por eso quería que tuvieras unas vacaciones como las mías de niña: sin horario para despertar, de visita con los abuelos o los primos, de juego con el tío Lalo, o el tío Paco, el tío Oscar, o la súper consentidora "tía Cavia"... ¡Vaya que tuviste de todo! Natación, yoga para niños, máscaras, paseos, ¡mucho cine! apapachos al por mayor, circo, amigos, días en Acapulco, bicicleta... Y como coronación a un largo y disfrutable tiempo, un recorrido visual por la vida y trayectoria de un ser que marcó una época, y que curiosamente lo hizo con un muy peculiar silencio y un lenguaje que invariablemente toca los corazones: la emoción. Tú, mi queridísimo Matías, con otros recursos que incluyen canciones y pláticas al por mayor, tienes el don de tocar a diario mi corazón... ¡Te quiero!